Quiero aprovechar esta nueva entrada para relataros un hecho ocurrido hace poco.
El mes pasado recibí una citación de un juzgado del norte de España. En dicha citación sólo se me convocaba a declarar como testigo en un juicio (para ratificar una traducción jurada). No se me dio más información que esa. Por lo que a continuación yo me puse en contacto con el juzgado para pedir más referencias sobre el caso. Esto no fue posible pues ni ellos mismos sabían qué parte me había propuesto como testigo. Entonces localicé los teléfonos de los demandantes y demandados, ninguno respondió al teléfono, de manera que tuve que dejar mensajes de voz explicando mi interés por saber de qué se trataba e informando de que me iba a ser imposible desplazarme hasta allí.
Después de esperar dos semanas y sin tener noticias de ninguno de ellos, volví a llamar al juzgado, esta vez para preguntar sobre el procedimiento a seguir si no me era posible personarme allí. Me dijeron que lo mejor era enviar un escrito al juzgado en el que se explique el motivo de la no comparecencia y solicitando el servicio de videoconferencia. Eso hice.
No hubo noticias por parte del juzgado hasta que un día antes del juicio decidí llamar de nuevo. Me dijeron que estuviera tranquila, que quízá no solicitaban la ratificación, que dejara pasar el juicio y que ellos me llamarían para informarme sobre lo que ocurriera. Así fue. Al día siguiente del juicio me llamaron para decirme no hizo falta mi ratificación y que ya no tenía que preocuparme.
Quiero que este relato sirva a todos los traductores jurados que se vean en esta misma situación. No hagáis ningún viaje para tales fines si no sabéis quién os propone para declarar y quién va a pagar todos los gastos que conlleve. Además siempre que sea posible es conveniente solicitar la videoconferencia para evitar molestias innecesarias.
¡Espero que mi experiencia os sirva de ayuda!
¿Alguien tiene una historia parecida a esta que contar?
Imágenes: Google.